buscando ese lugar

Te siento llegar, mi corazón se empieza a acelerar, tu perfume se siente cada vez más cerca y tus pasos ya están atrás mío. Con una lágrima cayendo por tu mejilla me dijiste que ibas a tener que irte por un tiempo indeterminado, y yo con una voz fría y sin demostrar absolutamente nada, mirando al piso, te contesté; "Si es lo que sentís, ya conoces la puerta". Él evaluando la situación, mirándome totalmente desentendido, y con aún más lágrimas, fue a agarrar el bolso y saliendo por la puerta principal me gritó "¿De qué me hablabas cuando hablabas de amor?". Palabras que quedaron retumbando en mi cabeza durante horas y horas..

Pasaron los días, y comencé a sentir un extraño ardor en el pecho, mi cabeza tenía un dueño, mis ojos pegados a la foto de él, y mi boca que sólo repetía sus últimas palabras. Decidí llamarlo para saber como está, pero no me animaba, no entendía porqué me sentía tan mal, como si mi corazón estuviese a flor de piel, recibiendo diez mil puntadas a la vez. Al final decidí hablar, cuando atendió por octava vez mi llamado, le explique lo que me sucedía, y que sentía que una locas ganas de verlo, pero no tuvo ganas y terminó su frase diciendo que ahora cuando él tuviese ganas nos veríamos, y luego volví a escuchar el tono del teléfono.

Sentí que había perdido lo único que me importaba en mi vida, pero era realmente lo que me importaba? nunca le demostré nada, siempre metida en mis ideales y en mi, fue como de a poco, mi corazón se fue transformando, lo seguía sintiendo, pero nunca volvió a ser el de antes, yo sólo quería ser como un ave, no depender de nadie ni que nadie dependiera de mi. Y lo que estaba sintiendo iba en contra de mis ideales, estaba dependiendo de él, de aquel hombre que pensé amar toda mi vida y nunca se lo demostré, de aquel hombre que me dio todo y nunca fui capaz de darle nada, aquel hombre que pretendo recuperar.. O mejor dicho; conocer.