Soledad-

La soledad hace estallar mis tímpanos por momentos. Me vuelvo loca mirando mi pasado sin encontrar una respuesta a mis preguntas, ni un alma que se apiade de mi agonía. Me estalla el cerebro. Hierve mi sangre y me acerca a las víctimas del holocausto. Mis ojos llenos de ira piden justicia.
Quiero felicidad donde sólo hallo desgracia negra teñida de sorpresa, aunque ya no sorprende que las cosas que ocurren sean siempre horribles… Pero duele igual. Siempre marea. Se te llena el corazón de un líquido verde que chorrea, pero no puedes expulsarlo, y te ahoga.
Debería acostumbrarme, darle un beso a Kurt Cobain y cantar con él, con el espíritu igual de complicado. Porque estoy mal. En una edad en la que debería cantar, sólo escucho rock por no morir. Y la paz nunca llegará, o tal vez sí, pero no me resigno a esperar la muerte sentada. Voy a agarrar mi revolver de veneno y escribiré con furia hasta que la música de la guitarra que escucho deje de interpretar una versión de “If you want blood”. No lo soporto más. Mi tristeza no tiene límites.